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Una visión para embalajes sostenibles y medioambientalmente responsables.
Para hablar de diseño circular de embalaje es importante entender el contexto actual en el que vivimos, la pandemia ha dado un nuevo protagonismo a los empaques mono uso y segundos empaques, la demanda de envases y embalajes se ha concentrado en los sectores de la alimentación, farmacéuticos y comercio electrónico. Los consumidores exigen protección en sus productos, convirtiendo al empaque en un punto decisivo al momento de la compra.
Es claro que las personas han encontrado en el packaging y en el segundo empaque, un plus de seguridad añadido frente al COVID-19. Las empresas, apuntan a la búsqueda de soluciones de protección tratando de conciliar el reciclaje y la economía circular, temas prioritarios en la agenda actual de las industrias. Es importante subrayar la gran diferencia entre la protección anti COVID-19 y el exceso de embalaje, es en esta diferenciación que encontramos relevante compartir los principios del diseño circular de embalaje que a diferencia de las economías lineales donde los productos se fabrican y luego se eliminan, los sistemas circulares intentan restaurar productos, componentes o materiales reutilizándolos, reparándolos o incluso reciclándolos.
De esta manera el diseño no solo se queda en plantear en uso de materiales con menores impactos, si no mirar un poco más allá y plantear que usos va a tener ese producto, o sus materiales y componentes, una vez que el usuario le haya dado su uso inicial, evitando que salgan del círculo y sean desechados, sino que se mantengan siempre como elementos que aporten valor a algún usuario.
Con este nuevo concepto de economía circular busca adoptar iniciativas para reducir el impacto de ciertos productos plásticos en el medio ambiente. Aunque la transición a una economía circular no solo requiere que los responsables políticos proporcionen pautas, sino también con el apoyo de actores claves en la industria, desde productores de materiales hasta fabricantes de equipos de empaque, propietarios de marcas y compañías de reciclaje, el reto más importante de hoy y del futuro es encontrar la manera de educar al público en general y a toda la sociedad, acerca de cómo usar el empaque adecuadamente, y cómo desecharlo, reciclarlo o reutilizarlo correctamente. Enseñar a la sociedad a cuidar es una tarea mucho más importante y compleja.
Si bien, el aumento de la reciclabilidad de los materiales reduce la cantidad de plásticos que no pueden ser tratados fácilmente. Es claro que los principios de la sostenibilidad deben aplicarse al diseño del empaque, al desarrollo de los materiales, y siempre debe existir un plan de fin de vida útil de un empaque. Los embalajes elaborados con materias primas recicladas, reciclables o aún mejor biodegradables, son la mejor solución para conseguir un packaging de calidad, ecológico y resistente.
Es por lo que Grupo Summit busca, además de brindar productos de calidad y seguridad para sus clientes, ayudar a disminuir el impacto ambiental con bolsas de seguridad biodegradables y mensajes que concienticen a los usuarios a reducir, reusar y reciclar. Uniéndose a esta gran preocupación del consumidor actual por su huella ambiental. Además, no hay que olvidar que las soluciones para reducir la cantidad de materiales en empaques y embalaje, así como desarrollos 100% reciclables serán una de las principales directrices del presente año, que marcarán las tendencias de embalaje para los próximos años.
Publicado el 12 de agosto de 2020.
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